Sentir que mi cuerpo es más suyo que mío.

Una vez más tengo la sensación de que se vetan temas en la maternidad por miedo a los juicios. Parece que una vez eres madre todo debe ser tan increíblemente maravilloso que no está permitido quejarse o sentirse mal.

Hace unos días compartí en instagram una sensación que últimamente siento a menudo que es la «agitación por amamantamiento«, me sorprendió mucho que me escribieran madres que no conocían esto pero que sí lo habían sentido alguna vez.

Para las que no hayan escuchado este término la agitación por amamantamiento se refiere a una sensación de rechazo que se siente hacia el bebé en determinados momentos, sentir que necesitas que no te toquen más. Esto suele pasar en casos de extremo cansancio y/o estrés.

Qué importante es darle nombre a lo que nos pasa, a intentar entendernos y comprendernos y no vetarnos a nosotras mismas por no querer sentir eso que no es «políticamente correcto» o por que las personas de nuestro alrededor no validen nuestros sentimientos.

Yo me he sentido verdaderamente agotada, exhausta intentando dormir al niño durante horas y el simple roce de otra persona sobre mi cuerpo me creaba un rechazo increíble, inaguantable. Resistía esa sensación con tal de dormir al niño pero deseando con mis fuerzas que se durmiera para poder tener mi cuerpo ¨libre¨.

No sé exactamente porque se produce esto, la gran Alba Padró en su plataforma Lactapp comenta que se trata de algo hormonal. Lo describe así:

«El sentimiento que mejor define este extraño término es el de rechazo. Es muy duro aceptar y explicar que sientes la necesidad de apartar a tu hijo de tu lado, que no puedes soportarlo cuando mama o que deseas imperiosamente que algún familiar se haga cargo de él para alejarlo de tu lado.»

Estoy segura que esto es consecuencia de tener a un pequeño literalmente 24 horas encima tuya que reclama teta cada 10 minutos, que se cambia de teta cuando quiere, que hace malabares encima tuya, que a veces no puedes ni siquiera ducharte y secarte tranquila porque está llorando en tus piernas pidiendo que lo cojas y teta… Y es que nadie nos preparó para tantísima demanda, día tras día, noche tras noche.

Siento que mi cuerpo es más suyo que mío.

Y de verdad que no culpo a mi bebé. Sé que ésta es la parte mamífera con la que nacemos. Con la necesidad imperante de contacto, de estar con nuestras figuras de apego, de mamar… pero ¡uff qué duro se hace!

Quienes lo estén viviendo sabrán de lo que hablo, el resto estoy segura que pensará que exagero y que cómo puedo sentir rechazo por tener a mi bebé encima.

Siempre que he intentado expresarlo a alguien (incluyendo a mi pareja) me han contestado: “No tienes paciencia”, “ten más paciencia que el niño es muy pequeño”. Y claro te hacen sentir terriblemente mal porque piensas que efectivamente es un «problema» tuyo por no saber gestionar bien tus emociones.

Una vez más la maldita culpa.

Si estás sintiendo esto, compañera, TE ESCUCHO, TE ENTIENDO, TE ABRAZO.

Es algo bastante complejo porque la lactancia materna para mí es una experiencia increíble, amo amamantar a mi hijo, me encanta y lo disfruto muchísimo. Pero también tiene estas partes de sombra.

Personalmente lo que me está ayudando a mejorar ésta sensación es precisamente HABLARLO. Aceptarlo e intentar no culparme por ello y hablarlo con las personas de mi alrededor, con mi pareja y amigas mamás. Y siento que estoy sanando, que es lícito.

En mi caso al comentarlo con mi pareja, al aportarle información sobre esto que puede pasar a las mujeres que amamantan he notado como me ha comprendido mucho mejor y ha puesto más hincapié en notar esos momentos en los que empiezo a sentirme así y se hace cargo del niño para yo poder desconectar y volver a sentirme bien.

Cada caso es un mundo, estoy segura. Y a cada una nos servirá algo diferente, incluso en casos muy fuertes de agitación puede que sea necesario pensar en dejar la lactancia materna.

Te recomiendo que te escuches, que escuches tu cuerpo. Que si sientes algo así lo compartas con las personas más cercanas a ti para empezar a usar herramientas que te ayuden a sentirte mejor.

Si quieres compartir tus experiencias conmigo suscríbete en la Newsletter y estaré encantada de que comentes el post.

El TOP 10 de mitos sobre la lactancia materna

Oficialmente hemos cumplido un año de lactancia materna y para celebrarlo traigo un post sobre los mitos y creencias falsas que rondan sobre la lactancia materna.

Qué mejor momento que ahora después de las navidades donde las reuniones familiares son una bomba de mitos y pueden hacer tambalear la confianza de cualquier mamá que amamanta.

Aquí vengo a desmentirlos, a poner mi granito de arena para intentar que desaparezcan, a visibilizar como funciona de verdad la lactancia materna.

Vamos a ello:

Top 1: ¿Otra vez a la teta?

Si, señor/a. La lactancia materna es a demanda, lo que significa que si piden teta no es porque nos estén manipulando ni estén planeando un plan maléfico, la piden porque la necesitan. No solo usan la teta para alimentarse sino por apego, por seguridad, porque necesitan a mamá, para calmarse… Por lo tanto si piden teta sigue ofreciéndola.

Dejar de ofrecer teta puede comprometer la producción de leche y por lo tanto el crecimiento de tu hij@. Hay picos de crecimiento donde el bebé pide más teta para que la producción aumente (son las famosas crisis de lactancia) y si en estos momentos dejamos de ofrecerla dejaremos de producir todo lo que el bebé necesita.

La teta produce leche si hay succión por lo tanto a más succión más producción, así de sencillo.

Top 2: “Después de los 6 meses tienes que quitarle la teta”

La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda la lactancia materna de manera exclusiva hasta los 6 meses y prolongarla hasta los dos años de edad.

De hecho la alimentación principal del bebé hasta el año de vida es la leche, preferentemente leche materna. Por lo que quitar la teta a los 6 meses no tiene sentido.

No hagas caso a este tipo de comentarios, da teta hasta que quieras, hasta que mamá o bebé quieran.

Top 3: «Dar pecho a los niños mayores de 1 año crea dependencia y es malcriarlo»

Vuelvo a recalcar que numerosas organizaciones de la salud son unánimes al recomendar la leche materna como la mejor manera de alimentar a un bebé.

Por dar pecho no vas a tener a un niño o a un adolescente con más dependencia. Y aún menos lo estás malcriando.

Por el contrario le estás dando amor, estás siendo su figura de apego, un apego sano y natural que se crea al amamantar.

Top 4: “Te usa de chupete»

Nunca entendí el empeño de la gente usando esta frase.

¿Cómo nos va a usar un bebé de chupete? Ellos no tienen ni idea de lo que es un chupete. En todo caso sería alrevés, usan el chupete de teta.

Pero de nuevo ese empeño de sustituirnos, de darles otra cosa que no sea mamá.

Hay varios tipos de succión cuando amamantan. La succión nutritiva y la succión no nutritiva o afectiva ambas son igual de importantes y forman parte del ciclo, de la forma en la que comen.

Así que no nos usan de chupete. Así es amamantar, así se alimentan.

Top 5: “El niño no duerme porque le das teta”

El sueño de los niños es evolutivo. Es decir, amamantes o no van a despertarse igual.

Poco a poco irá madurando su sueño e irán durmiendo mejor. Pero eso de dejar de darles teta porque dormirán más es uno de los mayores mitos que existe.

Para el sueño no hay otra que: paciencia, paciencia, paciencia y toneladas de paciencia.

Top 6: «Si el bebé llora y no aguanta tres horas, tu leche no es suficiente»

Los bebés no son robots que cada 3 horas les dé hambre. Eso no nos pasa ni a los adultos. ¿O no te ha pasado que comes y al ratito vuelves a tener hambre? Pues los bebés igual.

Es muy importante que si ha pasado poco tiempo pero vuelve a pedir teta o leche, se la demos a demanda. El momento en el que más crece un bebé son los primeros meses de vida, necesitan alimentación a demanda.

Y esto no tiene nada que ver con que no tengas la leche suficiente. Si le ofreces cuando piden tendrás la producción que necesitan.

Top 7: «El chupete no interfiere con la lactancia y es el mejor consuelo»

El chupete si interfiere con la lactancia materna sobre todo en los primeros meses.

Se recomienda esperar varios meses hasta que la lactancia materna esté suficientemente establecida para empezar a usar el chupete y no interfiera.

Si se lo ofrecemos desde el principio corremos el riesgo de que comiencen a succionar de manera incorrecta la teta por la interferencia con el chupete. Porque no colocan la boca igual, ni la manera de succionar es la misma por lo que podrían crear heridas debido a un mal agarre.

Además de esto si el bebé usa mucho tiempo el chupete podríamos estar saltándonos tomas de leche y por lo tanto ofreciéndoles menos pecho. Todo es una cadena. Cuantas menos interferencias, mejor.

Top 8: «Si tienes mastitis tienes que dejar de dar teta»

Es totalmente al contrario. Si tienes mastitis tienes que dar teta más que nunca.

Cuando se da la mastitis es necesario vaciar todo lo que puedas esa inflamación que está producida por una obstrucción de los conductos de la leche. Y no hay mejor “extractor” que la succión del bebé. Para él no será perjudicial y a ti te ayudará a vaciar el pecho lo antes posible.

Esto es molesto pero dejar de dar teta en este momento sería peligroso ya que la infección podría ir a más. Siempre puedes extraerte leche también con un extractor.

Top 9: «Si tienes que tomar medicación tienes que dejar de dar teta»

Usa información contrastada y no te guíes de lo que te digan terceras personas.

Si tienes que tomar alguna medicación primero consulta la página de e-lactancia, ahí podrás ver si tiene algún riesgo para la lactancia o no. Es una página fiable al 100% desarrollada por la Asociación para la Promoción e Investigación científica y cultural de la Lactancia Materna.

Muchos sanitarios no están actualizados con esta información e indican a la ligera dejar la lactancia materna. Infórmate primero, hay muchísimos medicamentos compatibles con la lactancia materna y podrás seguir amamantando sin problema.

Top 10: «Cuando empieces a trabajar tienes que dejar la lactancia materna»

Esto no tiene que ser así necesariamente. Se puede trabajar y seguir con la lactancia materna.

El truco está en prever. Si sabes que tendrás que incorporarte puedes hacer con antelación un buen banco de leche al que puedas recurrir durante los primeros meses.

Una vez que el bebé ya haya empezado con la alimentación complementaria será más fácil ya que podrá comer otras cosas. Todo depende de cada bebé tendrás que ir viendo qué cantidad de leche necesita para dejarle. Hay muchos bebés que prefieren esperar a que mamá a vuelva del trabajo.

Hay mucha información sobre conservación de la leche y manipulación de ésta. Te recomiendo la app LactApp aquí puedes consultar todo y hacer un plan para tu vuelta al trabajo.


Por supuesto cada familia, mamá y bebé son un mundo y no funciona lo mismo para todos. Pero en casos normales de lactancia materna sin problemas de fondo como frenillos etc éstas son recomendaciones válidas para hacer caso omiso a esas críticas y mitos que se propagan sin fundamento alguno.


Espero que os haya gustado este super resumen de los mayores mitos sobre la lactancia materna.

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#Mi2019Bloguero

2019. Madre mía, ¡qué año!

El año en el que me convertí en madre. El año en el que llegaste y la maternidad me sacudió bien fuerte.

Nunca hubo tanta razón en una frase como la tiene “la maternidad te cambia la vida”.

Llegaste tu y llegaron los miedos. Miedos por ese bebé tan indefenso, por ti, por los estragos del posparto. Ay, el posparto. Ese gran desconocido que se disfraza de cuarentena pero en realidad te acompaña varios meses más en los que empiezas a ser consciente de que tu cuerpo nunca jamás volverá a ser el mismo. Sientes como cada parte de tu cuerpo se reconstruye del trabajo más duro y maravilloso que es crear vida.

El 2019 ha sido un año de revolución para mi, una revolución que me desbordaba y que tenía que sacar de alguna manera y de ahí surgió este blog.

Nació hace apenas unos meses como espacio para compartir la maternidad. Reivindicar que la maternidad es nuestra, no de quien la juzga, hablar de lactancia materna, de organización de espacios, de movimiento libre y juego libre.

Estos son algunos temas y puntos de vista que he compartido:

  • Aprendí a agradecer infinitamente cada “imperfección” de mi cuerpo. Sentí la fuerza de nuestra naturaleza, la fuerza de la mujer, de parir. Es algo bestialmente maravilloso donde sale nuestro lado más animal y donde me sentí PODEROSA. Poderosa de crear vida. Post: Juzgas tu cuerpo
  • Sentí la soledad de la maternidad. La soledad en el posparto, la falta de tribu y el exceso de juicios ajenos hacía la manera de criar. Y aprendí que la maternidad acompañada, compartida y contada era mucho más llevadera. Post: Juntas somos mejor
  • El post más visitado fue 7 tips para superar los 6 meses de lactancia materna exclusiva. Conseguí establecer una lactancia materna exclusiva hasta los 6 meses y estamos a punto de cumplir el año de lactancia materna. ¡Estoy super orgullosa de esto! Porque la lactancia materna es muy dura, es entregar tu cuerpo el 100% de tu tiempo. Es agotador pero a la vez es tan bonito, tan natural y crea un vínculo tan especial que todo lo vivido merece la pena.
  • Vivo lo que es entregarse en cuerpo y alma a alguien. Antes de la maternidad vives por y para ti, una vez que te conviertes en mamá pasas a un segundo plano. Me está costando volver a tener tiempo para mi. Esto va directo a uno de los propósitos del 2020. Post: No me siento suficiente
  • Sufrí las consecuencias de la inexistencia de conciliación laboral en la maternidad. La supuesta medida de conciliación que disponemos en España ahora mismo llamada “reducción de jornada” pasa a ser una medida en la que te arrinconan y aprovechan a la primera de cambio para prescindir de ti. Esto fue muy duro. Sientes o te hacen sentir que no eres suficiente, que no puedes ser madre y ser profesional a la vez. Se castiga mucho la maternidad. Necesitamos nuevas medidas a nivel nacional que de verdad nos permitan formar parte del sistema. Post: La maternidad inesperada

Balance del primer contacto con el blogging

Sinceramente pensaba que sería capaz de publicar más a menudo, de mantener la constancia. Esa parte esencial del blogging que se repite una y otra vez “hay que ser constante en el blog”. Pues como buena novata, he caído.

Como propósito intentaré trabajar la constancia. Aunque un terremoto a punto de cumplir un año y que anda desde hace dos meses me lo pone realmente complicado.

Tampoco quiero escribir por escribir para llegar a cumplir esa constancia. Prefiero que los posts sean de calidad aunque no sean una vez a la semana, quizás uno cada dos semanas.


Y mis recomendaciones de gente chachi, de bloggers que comparten contenido de calidad y que lo molan todo son:

Zora Groothuis – Conciliando por la vida

Admiro su capacidad de constancia y me encanta su contenido.

La lactancia materna es un tema que me apasiona y ella sabe mucho de esto. Visibilizar para normalizar la lactancia materna es una tarea necesaria en un mundo donde lo antinatural es lo que manda y las que amamantamos somos minoría.

Mamá extraterrestre

Menudo descubrimiento este… Descubrí a Priscila por Instagram y en seguida me enamoró su libro “Piezas sueltas, el juego infinito de crear” y no pude resistirme a comprarlo y a empaparme del juego libre.

Me ha inspirado muchísimo, tanto que estoy con ideas de comenzar un proyecto personal relacionado con esto. Seguramente en breve escribiré sobre el tema.

Poulain Cocó

Por su forma de compartir la maternidad, por ese toque de humor que solo ella sabe poner.

Por su salto al podcasting con “Un Papá como Vader” de Carlos Escudero que merece muy mucho la pena escucharlos juntos en la que las risas están aseguradas.


A este 2020 solo le pido poder seguir conociendo a gente maravillosa, a madres y padres que nos une esta locura de (ma-pa)ternidad en la que estamos aprendiendo continuamente a abrazar el caos.

Gracias a Madresfera por crear esta maravillosa comunidad en la que apoyarnos y acompañarnos.

Los niños también habitan la casa.

A menudo se piensa que con la llegada de un nuevo miembro a la familia basta con decorar una habitación para el bebé y nada más.

Y nos olvidamos del resto de la casa.

Ellos también vivirán en la casa. Estarán en el salón, en la cocina, en todas las estancias.

Sus necesidades irán cambiando a medida que crecen.

Y es necesario que la casa evolucione con ellos.

En muchas ocasiones saturamos el espacio de muebles haciendo que desplazarnos de un lado a otro sea una carrera de obstáculos, casi no tenemos espacio para pasar.

Si es difícil para nosotros, imaginad para un bebé que gatea, que se tambalea, que se tropieza fácilmente cuando está aprendiendo a caminar, y que se cae innumerables veces.

Tener un espacio constreñido solo te llevará a estar en tensión constante de si se caerá y se dará con esa o aquella esquina. Para ellos será mucho más fácil y desde luego para ti también.

Hazle partícipe.

La mejor forma de que su juego diario no suponga un “desorden” en casa es teniéndolos en cuenta.

¿Qué cambios podemos hacer para adaptar nuestra casa a los pequeños?

Hoy hablaré del salón por ser el espacio donde más tiempo suele pasar la familia. El salón a menudo se considera para los “mayores” donde ya existe un mobiliario y diseño preestablecido y cuesta plantearse modificarlo para adaparlo a los más pequeños.

Sin embargo al ser el lugar donde más tiempo pasa la familia es de vital importancia que se hagan pequeños cambios.

Aquí te traigo unas recomendaciones sencillas pero indispensables para que tu salón esté en armonía con tus necesidades y de tus hijos.

  • Simplifica . Limpia el espacio de muebles que no uses y que impidan un recorrido fluido.
  • Adecúa estantes a su altura para ellos. Podrán jugar en ellos, dejar sus tesoros e incluso les servirá de apoyo para aprender a levantarse y posteriormente a andar.
  • Cajas decorativas que sirvan de almacenaje de juguetes. Al final de la jornada de juegos podemos guardarlo todo en la caja y colocarla en su lugar de decoración. No parecerá que hace unos momentos aquello era un campo de batalla.
  • Acondiciona un espacio experimental donde el niño tenga libertad de coger juguetes o elementos seguros y usarlos de diferentes formas (juego libre).
  • Esconde lo que no puede tocar. Siempre hay cosas que por seguridad el niño no puede coger. En vez de andar diciéndole “¡NO!” a cada momento, escóndelo, tápalo y evitarás frustraciones.

Ellos no son los que tienen que adaptarse a una casa llena de recovecos y limitaciones. Nosotros tenemos que hacer de la casa un espacio accesible para ellos.

Adapta la decoración de tu casa. Ganaréis todos. Los niños se sentirán mejor al poder usar y sentirse parte de la casa. Y vosotros estaréis más tranquilos porque el espacio estará acondicionado para ellos.

Si tienes dudas sobre qué puedes hacer en tu salón para adaptarlo no dudes en escribirme y podemos ver tu caso en particular. ♥️

Yo estaré encantada de poder ayudarte.

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No me siento suficiente

Gatea 5 minutos, brazos de mamá.

Juega 10 minutos, brazos y teta de mamá.

Intento cocinar, no se distrae ni 5 minutos, quiere brazos de mamá.

Necesito ir al baño, llora si no me ve.

Si lo dejo con papá y me voy, llora.

Voy a ducharme y desaparezco de su vista, llora.

Pero llora desconsolado como si hubiese desaparecido para siempre.

¿Solución? 24 horas conmigo. Hasta el punto de que a la hora de ducharme él siempre viene una y otra vez a la puerta del baño y se queda ahí con su papá hasta que termino. Vaya, relajación en su máximo exponente.

Está en plena crisis de angustia por separación. En el final de la exterogestación, de esos 9 meses dentro de mi y 9 meses fuera, coincidiendo con sus primeros pasos y de empezar a ser consciente de que es una personita individual. Está siendo muy intenso.

Intentar cocinar siempre es una odisea.

El grado de dependencia es brutal. Necesita brazos, teta, contacto, interacción conmigo a todas horas, a cada minuto.

Y diréis: “qué tierno…” y sí, pero no… Cuando estas 24/7con él, el simple hecho de no poder darte una ducha tranquila de verdad que me está costando. Me está superando.

Lo malo de todo esto es que nunca descanso y voy acumulando una bola inmensa de estrés que al final lo que hace es que no tenga la paciencia que necesito.

O directamente no tengo tanta paciencia.

Siento que no soy suficiente. Que no tengo suficiente paciencia.

Cada día me frustra sentirme así. Sentir que no pude gestionar bien mis emociones, que no canalicé el estrés como debería.

Pierdo la paciencia más rápido de lo que me gustaría. Cada día me acuesto con el propósito de hacerlo mejor al día siguiente, de entrenar mi paciencia, de entenderlo mejor.

Entender el proceso que están experimentando facilitará las cosas.

Siento una guerra interior entre querer hacerlo bien y no tener los recursos suficientes.

Porque sé que su intensidad y actividad va en aumento. Que esto solo es el principio.

Y es que si algo me ha enseñado la maternidad es a ir aprendiendo a medida que mi hijo tiene nuevas necesidades.

Sé que no soy una madre perfecta, ni lo seré nunca. Pero si soy consciente cuando necesito informarme, cuando necesito armarme de recursos para poder entender el proceso.

No soy experta en lactancia, pero me informé para superar las crisis y la desinformación.

No soy experta en BLW, pero sé que es una de las mejores maneras de entablar una buena relación con la alimentación y me informé para llevarlo a cabo.

Sentir que no tengo paciencia suficiente es tan importante como lo anterior.

Tenemos claro que queremos un modelo de crianza positiva y respetuosa. Así que aquí comienza mi camino de empoderamiento y formación en esta manera de criar.

Porque creo que es posible. Porque ellos se merecen ser tratados siempre desde la igualdad y el respeto.

¿Has sentido también esta falta de paciencia? ¿Qué os ha servido para mejorarlo? Comparte tu experiencia, juntas podemos ayudarnos y hacer este camino más llevadero.

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¿Qué tipo de calzado necesita tu hijo? Parte I

Para hablar con conocimiento de causa sobre el calzado infantil os traigo a una invitada especial.

Ella es Esperanza Fernández, Diplomada en Podología y Máster en Biomecánica y Ortopodología, profesional con años de experiencia, deportista y amiga desde tiempos inmemoriables. A continuación nos aporta indicaciones claras sobre cómo debe ser el calzado de nuestros hijos.

Sin más dilación, os dejo con ella:


Una de las dudas más frecuentes en los padres de los más peques que acuden a las consultas de podología es qué tipo de calzado necesita su hijo. Pues bien, la elección del zapato es importante porque esto va a influir en el crecimiento de sus pies, y va a depender de la edad del niño o del desarrollo de su marcha.

En los primeros meses de vida, el pie es la parte del cuerpo con más sensibilidad (incluso más que las manos), por lo que es una de las principales vías de entrada de información del mundo exterior al bebé.

Por este motivo, se recomienda no calzarlo en este periodo, solo cubrirlo si hace frío con calcetines o patucos. El niño, mediante el gateo debe desarrollar la musculatura de su pie y la propiocepción, de vital importancia para prevenir lesiones en el futuro.

Alrededor del año el bebé comenzará a dar sus primeros pasos, es aquí cuando adquirirá su primer zapato.

Teniendo en cuenta que su sistema musculo-esquelético y su propiocepción aun no han terminado de madurar. Las características del zapato deben ser las siguientes:

Flexible

Suela fina, de un grosor de 3 a 5 mm.

Evitar el calzado tipo bota o que limite el movimiento del tobillo, puesto que de esta manera estaríamos interfiriendo en el desarrollo propioceptivo.

– A la hora de elegir talla, intentar que haya 1cm entre los dedos y la punta del zapato, ya que el pie crece rápidamente y el uso de un calzado pequeño puede causar roces, ampollas incluso deformidades en los dedos.

De los 4 a los 7 años el proceso de aprendizaje de la marcha se termina de desarrollar. Por lo que al elegir calzado aconsejamos:

Flexibilidad en la parte delantera del zapato para favorecer el movimiento del pie y la fluidez de la marcha.

– Suela de unos 8mm.

– Estable en la zona del talón.

Que tenga un sistema de sujección como velcros o cordones.

Por último, añadir que hay que evitar el uso de calzado heredado.

No hay dos personas que caminen de la misma forma, por lo que el zapato puede estar deformado y una mala adaptación puede generar molestias.

En definitiva, el calzado es un elemento muy importante que afecta a la salud podológica de los niños y con los consejos expuestos queremos contribuir a evitar posibles problemas en edades adultas.


Ve a la Segunda parte del post donde os hablo de mi opinión personal y os recomiendo un calzado infantil que cumple todo lo anterior.

¿Qué tipo de calzado necesita tu hijo? Parte II Zapato Feroz

Hay una gran variedad de marcas de zapatos para niños. Con características de todo tipo. Pero…

¿Te has parado a pensar si esos zapatos les resultan cómodos? Te has preguntado, ¿qué es lo mejor para el desarrollo de sus pies?

Este es un tema olvidado. Tanto que incluso olvidamos a nuestros propios pies. Sacrificamos el ir cómodos por ir a la moda, por llevar unos zapatos bonitos.

Pero en niños además de su comodidad está en juego su desarrollo.

Me parece super importante rescalcar las características que deben tener sus primeros zapatos y durante esa primera etapa de aprender a caminar.

Estoy segura de que os vienen a la mente marcas de calzado conocidas que no cumplen ninguna de estas características. Los zapatos Biomecanics siempre me parecieron rígidos y que limitaban el movimiento en general.

A veces confiamos en las características de un producto (en este caso de un calzado) por el simple hecho de ser una marca conocida. Y no. Toca cuestionarse si de verdad lo que estoy comprando es lo que ellos necesitan.

Observar si al usar ese zapato nuestros hijos están cómodos, si tienen libertad de movimiento o si en cambio no paran de tropezarse, apenas pueden dar dos pasos a modo de Robocop, y finalmente acaban cayéndose.

Porque una cosa es caerse porque están aprendiendo a caminar y otra que el calzado condicione la pisada, anulando sus capacidades.

Después de cuestionarme todo lo anterior y de mucho buscar, encontré una marca que cumple con los requisitos ideales en cuanto a necesidades podológicas de los bebés y que personalmente hemos elegido como primer calzado de Leo.

Ellos son: Zapato Feroz.

¿Qué tiene de especial Zapato Feroz?

Defienden el movimiento libre y la autonomía del niñ@.

Sus zapatos se caracterizan por ser flexibles, ligeros y con una suela mínima que hace que el pie note las irregularidades del suelo y así pueda fortalecerse y desarrollarse.

Leo aún no camina solo. Está dando sus primeros pasos, esos que son tan complicados porque no tiene estabilidad para mantenerse. Aún así veo como va desarrollando su propia estabilidad, sus primeros pasos sin que el calzado sea un obstáculo para él.

Nuestra experiencia está siendo más que positiva. Leo nunca ha mostrado signos de que les molesten o le estorben. Los feroces se están adaptando de maravilla. Verdaderamente cumplen con creces sus principios: flexibles, ligeros, su suela es fina (3,5mm) y además me parecen preciosos.

Jacomar y yo usamos calzado minimalista y la diferencia es increíble, sientes que tus pies participan activamente en la pisada. Los calzados con suelas gruesas, sin flexibilidad y que imposibilitan el movimiento somenten al pie. Son un mero contenedor del pie haciéndolo pasivo y creando dolor por una pisada deficiente.

No hay nada como ir descalzos. Y el calzado minimalista es la mejor forma de conseguir esa sensación llevando zapatos. ¡Probadlo! Permitid el desarrollo de los pies de los más pequeños. ♥️

Espero que os haya gustado esta primera toma de contacto con el calzado infantil y minimalista.

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Lee la Primera parte del post aquí. Donde hablamos sobre podología con nuestra invitada Esperanza Fernández.

¿Juzgas tu cuerpo?

Vivimos rodeadas de juicios, de miradas ajenas, de tallas, de escaparates repletos de maniquíes irreales, de estereotipos de belleza que solo invitan a juzgarnos en cada momento.

“¿Estoy bien? Nada me está bueno.”

Una vez más te encuentras al opinólogo de turno y te dice: “has engordado un poco no?”

Y señoritas, se que es fácil decirlo, pero hoy más que nunca es necesario hacer oídos sordos y empoderarse ante tanta imagen engañosa.

Porque desgraciadamente se sigue comentando lo negativo, lo negativo es lo que vende. A pesar de que lo positivo “no venda” aquí vengo yo a decírtelo:

Eres maravillosa.

MA RA VI LLO SA

¿Acaso no saben de lo sumamente poderosa que eres? Cada estría, cada variz, cada arruga tiene su historia, la tuya.

Cada “imperfección” forma parte de ti. “Imperfección” entre comillas porque todo forma parte de un mecanismo PERFECTO.

Tu cuerpo es un mecanismo perfecto.

La maternidad me ha quitado esa venda de juicios de los ojos y ahora me acepto más que nunca.

Decidáis o no ser madres, vuestro cuerpo es capaz de crear vida. Es capaz de cambiar desde dentro y obrar magia.

Y me diréis: “si muy bien pero sigo teniendo mis varices y estrías”, y si, las sigues teniendo. Os habla una menda que tiene las piernas llenas de varices cual anciana herencia de mi abuela.

Pero en mi parto me sentí más mamífera que nunca, sentí el poder de nuestra naturaleza, de lo que somos capaces y es increíble. Desde ahí quiero a mis varices. No me gustan, pero las acepto. Me acepto.

No seas tan dura contigo misma.

A lo largo de nuestra vida pasamos por muchas etapas y situaciones diferentes que hacen que nuestros cuerpos cambien: según nuestro trabajo (de pie o sentada), si has tenido uno o varios embarazos con sus postpartos, si estás más o menos estresada…

Acéptate, acepta el momento en el que estás. Machacarte no hará más que empeorar la situación.

Quiérete, cuídate.

Ahí van mis consejos para mejorar la relación con tu cuerpo, son las cosas que personalmente intento seguir:

  • Sé amable contigo. Tu cuerpo y tu sois un equipo. Como te hablas a ti misma influye en la manera de verte, de sentirte.
  • Come comida real. Sobre esto hay mucha información en las redes. Te invito a que sigas a Carlos Ríos (@carlosriosq) y su movimiento Realfooding. Tiene incluso una app (MyRealFood) que te ayuda a diferenciar entre comida real y ultraprocesados utilizando los códigos de barra de los productos.
  • Mantente activa. El deporte es una herramienta ideal para conocer y superar tus límites, despejar la mente y sentirte mejor.
  • No te compares con los demás. Tus condicionantes, tus experiencias, tu genética es única y nada tiene que ver con el resto. Sé la mejor versión de ti misma.
  • No desesperes, esto es una carrera de fondo. Lleva tiempo.
  • Respeta tus ritmos y tus momentos. Los embarazos, los postpartos, los diferentes ciclos de la menstruación influirán en tu estado de ánimo y es normal.

Y hasta aquí el post de hoy. Si te ha gustado o te ha parecido útil, compártelo en tus redes sociales.

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La maternidad inesperada

Cuando no eres madre crees que sabes que tipo de madre serás, visualizas tu vida y te dices: “ si, así será…”

Yo me visualizaba conciliando mi trabajo con mi bebé. Me imaginaba sintiéndome realizada a la vez que criaba a mi pequeño con cantidad ilimitada de paciencia.

Luego te conviertes en madre y todo se pone literalmente patas arriba. La maternidad no es lo que te imaginabas.

Antes de ser madre veías a los niños, te encantaban y pensabas: “cuando sea madre, seré una super mamá”.

Ahora eres mamá y no, no es como creías.

Es mucho más duro, cansado y frustrante de lo que pensabas. Casi nadie te lo había dicho. Solo se cuenta lo más bonito de la maternidad. ¿Por qué no se cuenta lo difícil?

A mi la única persona que me decía una y otra vez “tu vida cambiará para siempre, tu pasas a un segundo plano” era mi madre. Y yo pensaba que exageraba. No, no exageraba.

Todo debe ser maravilloso porque tengo un bebé. Parece que no está permitido quejarse.

Pues la realidad es diferente. Existen días tremendamente agotadores en los que apenas has tenido tiempo para ti misma. Porque ahora estás en un segundo o tercer plano. A veces no puedes ni ir al baño, apenas puedes comer porque tienes al bebé encima, te caes de sueño por las 10 tomas que ha hecho en la noche a la teta y así un sin fin de situaciones que vivimos con la maternidad.

A todo esto le sumamos que la conciliación no existe.

España es uno se los países con índice de natalidad más bajo y no me sorprende. Tenemos una baja maternal de risa y la reducción de jornada es un arma de doble filo.

Mi experiencia: me echaron del trabajo por tener reducción de jornada. Así, tal cual. Me lo comunicaron así, literalmente.

Expectativa VS realidad. Sentirme realizada en una profesión en la que he estado esforzándome y formándome desde mis 18 años VS estar sin trabajo y cuidar a mi bebé 24/7.

¿Y sabéis qué? No, no es lo que esperaba. Ni la situación ni que maternar 24/7 fuese tan increíblemente agotador.

Pero siento que estoy cuidando a mi hijo. Que estoy dándole lo mejor. Que estoy trabajando por y para nosotros.

Esto no quiere decir que mi trabajo será ser madre para siempre. No, yo soy una profesional, soy arquitecta, y volveré a ejercer de ello. Pero sé que este tiempo no lo puedo estar invirtiéndo mejor.

Este momento no volverá, no se repetirá. Disfrutarle y cuidarle es mi prioridad.

Así que gracias. Gracias a mi ex trabajo. Me has dado la oportunidad de disfrutar de mi maternidad.

Ante todo soy mujer. También soy madre. Soy profesional. Soy persona.

Y como tal me permito sentirme válida y a veces no tanto. Me permito estar agotada aunque me considere increíblemente afortunada de tener a mi hijo. Me permito sentirme frustrada y a la vez recordarme que esto es una etapa que me está revolucionando, que me está cambiando, y los cambios son buenos y necesarios.

Que nada será igual pero que estoy donde tengo que estar.

Si estáis trabajando en casa (porque si, también es un trabajo aunque no se reconozca) y os sentís que solo sois madres desde aquí os digo que no, que sois mucho más. Sigues siendo tú, con todas tus versiones. Solo que estas invirtiendo un periodo de tiempo en cuidar a lo mejor de tu vida, tu hij@.

Gracias de verdad a los que estáis al otro lado de la pantalla, estamos juntas en esto, acompañándonos en esta pequeña gran revolución de NUESTRA MATERNIDAD.

Flashmob por la Semana Internacional de la Crianza en Brazos en las Canteras.

Y hasta aquí el post de hoy. Si te ha gustado o te ha parecido útil, compártelo en tus redes sociales. 

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7 Tips para superar los 6 meses de Lactancia Materna Exclusiva

Antes que nada diré que estoy a favor de la lactancia artificial. Es un recurso más al que muchas mamás recurren por diversos motivos, todos válidos. Cada madre tiene circunstancias y condicionantes diferentes. Hay tantas lactancias como madres por eso no se debería juzgar a ninguna madre por las decisiones de lactancia, sobre todo porque a veces no son decisiones, son necesidades.

Al margen de esto yo soy muy PRO lactancia materna y al nacer Leo empecé a buscar y a empaparme toda la información que encontraba. Leía libros, me metía en grupos de facebook sobre lactancia materna, iba a grupos de apoyo a la lactancia… Y cuánto más me informaba, más quería saber y más claro tenía mis objetivos.

Mi primer objetivo era claro: tenía que completar los 6 primeros meses de lactancia materna exclusiva.

Si por algo empecé a informarme es porque por muy fácil que parezca la lactancia materna desde fuera, no lo es. En mi caso, pude poner a la teta a Leo practicamente desde que nació (eso facilita mucho las cosas) pero mi agarre no era bueno, no sabía como era un buen agarre. Entre eso y las horas y horas que pasaba Leo en la teta empezaron a salirme grietas en los pezones. Dolía a rabiar y empecé a temer las tomas, lloraba cada vez que se agarraba a la teta… un horror. Tuve la suerte de tener una matrona que me ayudaba a corregir la posturas. Aún así fue un comienzo muy doloroso y agotador.

Segundo día de Leo, justo antes de salir del hospital. Ya tenía grietas. Probando posturas, intentando aprender…

La lactancia materna exclusiva se recomienda hasta los 6 meses. Y en esto hay unanimidad, lo dicen las Organizaciones expertas en salud como: la Organización Mundial de la Salud (OMS), la Asamblea Mundial de la Salud, la Unión de las Asociaciones de Pediatría Europeas, la Asociación Española de Pediatría y muchas más…

Es una manera maravillosa de empezar la alimentación de tu bebé. Así que vamos por esos tips para hacer posible este reto.

7 Tips para conseguir completar los 6 primeros meses lme:

  • Información de calidad. Este es el punto más importante. Si tienes información entenderás mejor como funciona la lactancia materna. Aquí te recomiendo antes que nada/nadie a la Consultora Internacional de LM Alba Padró. Ella es la autora de la biblia sobre lactancia “Somos la leche” y además recomiendo su app Lactapp para buscar dudas sobre lactancia, e incluso llevar un registro de peso/talla de tu bebe.
Libro Somos la leche de Alba Padró.

Cómpralo en Amazon aquí

(Si compras el libro usando este link colaboras con este blog y con la difusión de la lactancia materna)

  • Si necesitas tomar alguna medicación y no sabes si es compatible con la lactacia entra en e-lactancia. Esta es una página actualizada y hecha por profesionales donde se recogen desde medicamentos a alimentos y se indican si son aptos para la lactancia materna o no.
  • Evita chupetes y biberones. Lo ideal es no usarlos para evitar la confusión tetina-pezón. Si tienen que darle leche a tu bebé en tu ausencia utiliza métodos que no interfieran con la lactancia materna: dedo-jeringa, vasito, vasito de aprendizaje
  • Infórmate de las diferentes crisis de lactancia que existen. Son momentos en los que tu bebé no parará de mamar y estará más nervioso de lo usual. Entender porqué pasa y saber que es temporal te dará ventaja y confianza. Solo necesitarás grandes dosis de paciencia, sobre todo con la famosa crisis de los 3 meses.
  • Ojo con el sacaleches. La cantidad que sacas en el sacaleches no es la que produces. El sacaleches tiene mucha menos capacidad de succión que tu bebé.
  • Anticípate. Si tienes que incorporarte al trabajo, empieza a hacer tu banco de leche con tiempo. De esta manera no estarás agobiada por la cantidad que sacas y podrás ir creando un hábito a tu ritmo.
  • Busca cerca de donde vives grupos de apoyo a la lactancia y comparte tu experiencia con otras mamás. En los centros de salud y redes sociales encontrarás algunos de estos grupos.

Por supuesto y esto sirve para toda la experiencia de la maternidad: paciencia infinita y confianza en ti misma.

Espero que os sirvan estos tips, yo gracias a ellos conseguí el reto, la causa lo merece.

Estoy segura que después de estos 6 meses te gustará tanto amamantar que querrás seguir. 💪🏼😍

Y hasta aquí el post de hoy. Si te ha gustado o te ha parecido útil, compártelo en tus redes sociales.

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